Carlos Alcaraz reacciona con emoción a la derrota de Djokovic y sorprende con una queja tras su partido contra Musetti en Roland Garros 2025

 A tan solo cinco minutos de conocerse la eliminación de Novak Djokovic ante Jannik Sinner en las semifinales de Roland Garros 2025, Carlos Alcaraz rompió el silencio con declaraciones que han conmovido y sorprendido por igual. El joven tenista español expresó su profundo respeto hacia el serbio, a quien considera una figura clave en su formación como deportista.

“Ver a Novak perder de esa manera me duele. Es uno de los más grandes de todos los tiempos, y siempre ha sido una inspiración para mí,” comentó Alcaraz tras finalizar su propio partido contra Lorenzo Musetti. El murciano añadió: “Si este ha sido su último Roland Garros, no tengo más que palabras de gratitud y admiración por todo lo que ha dado al tenis.”

Sin embargo, lo que nadie esperaba era el tono crítico que adoptaría Alcaraz al hablar sobre las condiciones de su enfrentamiento con Musetti. A pesar de imponerse con autoridad en tres sets, el número dos del mundo no se mostró satisfecho con la organización del torneo.

“Jugar con condiciones tan cambiantes no es justo para nadie. El techo se abrió y se cerró sin previo aviso, había humedad, la pista estaba pesada… no se puede competir así al máximo nivel,” declaró visiblemente molesto.
El comentario tomó por sorpresa a los presentes, ya que Alcaraz rara vez realiza críticas públicas sobre la gestión de los torneos.

El joven español subrayó que no se trataba de una excusa, pero sí de una advertencia: “Estamos hablando de un Grand Slam. Todos merecemos condiciones claras y estables, sin decisiones improvisadas que afecten al ritmo del partido.”

Las palabras de Alcaraz han abierto un debate en el mundo del tenis sobre la necesidad de mejorar la logística en situaciones climáticas cambiantes, especialmente en torneos de la talla de Roland Garros.

Ahora, Alcaraz se prepara para una esperada final contra Jannik Sinner, en lo que promete ser un duelo generacional cargado de emoción, tensión y, sin duda, historia.