Las tensiones entre Travis Barker y Scott Disick han llegado a un punto de ebullición, ya que Barker supuestamente le dijo a Disick que “nos dejara a mí y a Kourtney en paz, perdedor”. Esta declaración, aunque no ha sido confirmada por fuentes oficiales, refleja la tensión actual en la relación entre Disick y el nuevo esposo de Kourtney Kardashian. El conflicto es una manifestación de la complicada dinámica de las familias ensambladas, las relaciones pasadas y los desafíos de la crianza compartida.
Scott Disick y Kourtney Kardashian tienen tres hijos: Mason, Penelope y Reign. A pesar de su larga historia, la pareja se separó hace varios años. Si bien intentaron mantener una relación cordial por el bien de sus hijos, las cosas tomaron un giro diferente cuando Kourtney comenzó a salir con Travis Barker, el baterista de Blink-182.
Según se informa, la relación de Kourtney y Travis, que se ha caracterizado por apasionadas demostraciones públicas de afecto, hizo que Disick se sintiera excluido e incómodo. Este sentimiento se hizo público cuando, en 2021, Disick supuestamente envió un mensaje al exnovio de Kourtney, Younes Bendjima, criticando su afecto público con Barker. Bendjima expuso el mensaje privado, lo que atrajo la atención generalizada sobre los sentimientos de Disick sobre la relación.
La boda de Kourtney y Barker en mayo de 2022 complicó aún más las cosas. Según se informa, Disick se sintió marginado de los eventos familiares y alejado del clan Kardashian-Jenner, que ha acogido a Barker como parte de la familia.
En 2024, los informes sugieren que Disick ha estado buscando un “enfrentamiento” con Barker y Kourtney, impulsado por la frustración de sentirse excluido de la dinámica familiar de las Kardashian. Según las fuentes, Disick ha expresado su insatisfacción con la forma en que ha evolucionado su relación de crianza compartida con Kourtney desde su matrimonio con Barker.
Esta creciente tensión parece haber culminado con el supuesto comentario de Barker a Disick: “Déjame a mí y a Kourtney en paz, perdedor”. Si bien el comentario no ha sido confirmado oficialmente, se ha difundido rápidamente en las redes sociales, provocando debates entre los fanáticos de la familia Kardashian.
La disputa en curso tiene implicaciones no solo para Kourtney, Barker y Disick, sino también para los niños que crían juntos. Los informes indican que su hijo mayor, Mason, ha elegido vivir principalmente con Disick, una decisión que ha dejado a Kourtney con el corazón roto. Estas dinámicas cambiantes subrayan las complejidades de las familias ensambladas y los desafíos emocionales de manejar las relaciones después del divorcio.
Kourtney ha permanecido relativamente callada sobre la situación, centrándose en su matrimonio con Barker y su creciente familia. Mientras tanto, se dice que Barker ha protegido a su esposa, interviniendo para defender su relación contra interferencias externas.
Como ocurre con la mayoría de los dramas familiares de las Kardashian, este conflicto ha captado la atención del público. Las redes sociales están divididas: algunos usuarios simpatizan con la posición de Disick como co-padre que se siente excluido, mientras que otros critican su incapacidad para seguir adelante. Los fanáticos de Barker y Kourtney, por otro lado, ven el comportamiento de Disick como intrusivo y aplauden a Barker por defender su relación.
En esencia, esta disputa pone de relieve las dificultades emocionales y prácticas de las familias fusionadas. La lucha de Disick por adaptarse a la nueva vida de Kourtney con Barker refleja un desafío común al que se enfrentan muchas parejas separadas. Si bien es natural que las emociones se descontrolen en tales situaciones, el bienestar de los niños involucrados debería seguir siendo la prioridad.
El supuesto comentario de Travis Barker a Scott Disick puede ser el último acontecimiento en una disputa de larga data, pero pone de relieve los desafíos más amplios de la crianza compartida y las familias ensambladas. Que esta situación mejore o no depende de la voluntad de todas las partes de dejar de lado sus diferencias y centrarse en mantener un entorno armonioso para los niños. Por ahora, el drama que rodea a Kourtney, Barker y Disick sirve como recordatorio de que incluso en el mundo de los ricos y famosos, las relaciones rara vez son sencillas.