En una jornada llena de tensión y drama en el vestuario del FC Barcelona, Rodrygo, delantero estrella del equipo, desató una polémica tras un incidente que dejó a todos sorprendidos. Después de ser sustituido en el minuto 67 del partido contra el RB Salzburg, Rodrygo estalló de furia contra su entrenador Xavi Hernández, criticando públicamente su decisión de no darle más tiempo de juego. Con un tono desafiante, Rodrygo no tuvo reparos en calificar a Xavi como un “entrenador débil” y dejar claro su descontento con la cantidad de minutos que estaba recibiendo. “Quiero jugar más, no es justo”, declaró Rodrygo, causando un gran revuelo dentro y fuera del campo.

El ambiente en el vestuario se volvió tenso después de las palabras de Rodrygo. Muchos jugadores se mostraron sorprendidos por la actitud del brasileño, pues Xavi ha sido generalmente admirado por su capacidad para manejar el vestuario y las relaciones con sus jugadores. Sin embargo, la reacción de Rodrygo dejó claro que no estaba dispuesto a conformarse con un papel secundario, y su frustración fue evidente.
Solo cinco minutos después de las declaraciones de Rodrygo, Xavi decidió intervenir en la rueda de prensa y abordar la situación de manera directa. Con una calma sorprendente, Xavi expuso tres razones contundentes que silenciaron a Rodrygo y a todos los presentes. Primero, destacó el rendimiento y el compromiso de los jugadores en los entrenamientos, subrayando que las decisiones de alineación y tiempo de juego se basaban en el trabajo duro en los entrenamientos y no solo en el talento individual. “Rodrygo sabe lo que se espera de él, y tiene que ganarse su lugar en el campo”, afirmó Xavi.
En segundo lugar, Xavi mencionó la importancia de mantener la armonía y la competitividad dentro del equipo. “No se trata solo de un jugador, se trata de un equipo. Todos los jugadores deben estar comprometidos con el proyecto y entender que a veces es necesario tomar decisiones difíciles para el bien del grupo”, explicó el entrenador. Por último, Xavi dejó claro que el hecho de que Rodrygo no hubiera jugado más minutos en ese partido no significaba que no fuera una parte importante del equipo, sino que simplemente había decisiones tácticas que debían tomarse en cada partido.
Estas tres razones de Xavi dejaron a Rodrygo sin palabras para replicar, ya que no pudo refutar los argumentos del entrenador. La calma y la autoridad con las que Xavi manejó la situación demostraron una vez más su capacidad para gestionar situaciones difíciles y mantener la unidad del vestuario.
Aunque la disputa parecía haber sido resuelta, la tensión entre Rodrygo y Xavi seguramente tendrá repercusiones en los próximos días. El futuro de Rodrygo en el Barcelona podría verse afectado si no logra adaptarse a las exigencias del entrenador y al estilo de juego que Xavi pretende implementar. Mientras tanto, el equipo continúa su preparación para los próximos desafíos, con Xavi reafirmando su autoridad y su visión para el futuro del club.