Xabi Alonso tuvo un comienzo cómodo en su carrera como entrenador del Real Madrid con una victoria por 3-1 sobre Pachuca en el Mundial de Clubes de la FIFA 2025 temprano en la mañana del 23 de junio, pero una actuación difícil bajo el abrasador sol de Carolina del Norte planteó más preguntas que respuestas.
Jude Bellingham anotó y el Real Madrid venció a Pachuca por 3-1. |
En el minuto 28, en un momento que reflejaba la presión del Real Madrid, Jude Bellingham desató su ira contra Arda Guler tras perder el balón. No fue solo una reprimenda, sino la manifestación de un equipo desorganizado: con pocos jugadores, superado en número por el Pachuca y aparentemente fuera de control.
Impresiones positivas
Pachuca, que terminó octavo en la liga mexicana la temporada pasada, se convirtió repentinamente en favorito después de que Raúl Asencio recibiera una tarjeta roja temprana por una falta sobre Salomón Rondón. El portero Courtois no dejaba de realizar atajadas, la defensa del Real Madrid estaba desorganizada y su ataque carecía de cohesión. Alonso debió preguntarse: ¿sigue siendo este el equipo que una vez fue líder de Europa?
Pero al igual que los campeones, el Real Madrid le dio la vuelta al partido inmediatamente. Tras el descanso, Bellingham, que había pasado de ser un cabezazo potente a un rompedor del empate, se coordinó a la perfección con Fran García y luego remató con un zurdazo complicado.
Poco después, Arda Güler marcó el gol que puso a su equipo 2-0 por delante, tras un centro preciso de Trent Alexander-Arnold y un pase delicado de Gonzalo García.
Lo más impactante del partido no fue el marcador, sino dos nombres: Jude Bellingham y Arda Guler. Uno era un líder, el otro, un talento emergente.
Bellingham refunfuñó, gritó y volvió a marcar. Guler recibió una reprimenda, pero respondió con calma con un disparo preciso. Para Alonso, estos choques no eran una amenaza, sino una oportunidad. Una oportunidad para entender quién mandaba, quién necesitaba protección, quién decidiría el partido.
Arda Güler también brilló el día en que el Real Madrid consiguió su primera victoria en Estados Unidos. |
Xabi Alonso sabe que el Real Madrid no es un equipo de jugadores mediocres. Debe aprender a convivir con los egos de Bellingham, Mbappé, Vinicius… y encontrar un ritmo común para esta orquesta sinfónica llena de personalidades.
Alonso describió a Guler como un jugador que “juega mejor cuanto más toca el balón”. Es cierto. Pero lo más importante es que Alonso tendrá que asegurarse de que Guler tenga suficiente espacio para desarrollarse sin verse obstaculizado por rabietas como las de Bellingham.
Otro punto positivo de la victoria sobre Pachuca fue el excepcional estado de forma de Trent Alexander-Arnold. Tras un debut controvertido contra Al-Hilal, el defensa inglés jugó con gran confianza, penetrando con frecuencia por el centro del campo, marcando el ritmo del partido y realizando pases peligrosos. El pase de Guler fue el ejemplo más claro de ello. Cuando fue sustituido en el minuto 78, los aplausos de la afición madrileña fueron una merecida recompensa.
Tres puntos, una victoria y muchas preocupaciones
A pesar de ganar 3-1, el Real Madrid permitió al Pachuca 25 remates, 11 de ellos a portería. Sin Courtois en la portería, el partido podría haber tomado un rumbo completamente diferente. El empate del rival en el minuto 80 fue una clara advertencia sobre la concentración y el estado físico de los blancos.
También cabe recordar que este es el partido número 61 de Bellingham en la temporada 2024/25, una cifra increíble. Otros jugadores clave como Mbappé, Camavinga, Militão y Mendy aún no han regresado. Esta aventura apenas comienza, pero Alonso ya siente las limitaciones físicas de sus estrellas.
Xabi Alonso tiene muchos problemas por resolver. |
Hasta el más mínimo detalle delata incompetencia: a los jugadores del Madrid se les pidió que se pusieran las chaquetas en los primeros compases, con temperaturas de casi 40 grados. Y, de hecho, comenzaron el partido apáticos y sin vida, como si llevaran chaquetas de verdad, y casi fueron castigados desde el principio.
La primera victoria era necesaria, pero no suficiente. El Real Madrid aún está en proceso de consolidación bajo la dirección de Alonso. La paciencia de la afición puede agotarse, como ocurrió en Charlotte, cuando hicieron fila durante horas bajo el sol abrasador para comprar entradas para ver a su equipo favorito. Pero para un equipo como el Madrid, esa paciencia no durará para siempre.
Xabi Alonso lo entiende. Y ahora necesita encontrar rápidamente la fórmula que le permita al Real Madrid jugar como ellos: no solo ganar, sino ganar con contundencia.
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