Londres, junio de 2025 — La sensación del tenis Coco Gauff finalmente se pronunció después de una ola de duras críticas dirigidas a su rival y actual número 1 del mundo, Aryna Sabalenka, con una poderosa declaración que sorprendió a los periodistas, silenció a toda una sala de prensa y recordó al mundo por qué Gauff es más que una campeona: es una líder.
Tras la sorprendente eliminación de Sabalenka en primera ronda de Wimbledon, las redes sociales se volvieron locas. Comentaristas y aficionados anónimos inundaron las plataformas con la etiqueta #WorstNo1, calificando a la estrella bielorrusa de “sobrevalorada”, “mentalmente débil” e “indigna” de ocupar el primer puesto.
Algunos expertos incluso llegaron a declarar a Sabalenka la “peor número 1 del mundo de la historia”, una declaración que rápidamente desató controversia en toda la comunidad del tenis.
Pero no fue hasta que le preguntaron a Gauff, actual campeona del US Open y ahora semifinalista de Wimbledon, sobre la situación que la historia tomó un giro dramático.
En una concurrida conferencia de prensa después de su victoria en cuartos de final, se le preguntó a Gauff si estaba de acuerdo con la dura evaluación de los críticos sobre la forma actual de Sabalenka.
Sin dudarlo y con voz tranquila pero firme, Gauff respondió:
“No derribamos reinas para sentirnos reyes”.
La habitación quedó en completo silencio.
Durante casi diez segundos, no se encendió ni un solo flash, ni un solo periodista se movió. Las palabras de Gauff —solo ocho— atravesaron la toxicidad con una gracia y una pasión que se viralizaron de inmediato.
En cuestión de minutos, los videos del momento acumulaban millones de visualizaciones en línea. Aficionados, jugadores y celebridades comenzaron a compartir la cita, elogiando a la joven de 20 años por defender no solo a Sabalenka, sino también la dignidad del tenis femenino.
Lo que ocurrió después fue aún más sorprendente.
Horas después de la declaración de Gauff, las cámaras la filmaron abrazándose emotivamente en las canchas de entrenamiento del All England Club. Según fuentes familiarizadas con el asunto, Sabalenka, quien había estado evitando a los medios desde su derrota, contactó personalmente a Gauff para agradecerle.
“Me salvaste hoy”, según se informa, le dijo a Gauff.
Más tarde, los dos hombres compartieron una breve sesión de golpes, con risas leves y choques de puños que insinuaron una creciente amistad entre dos de los competidores más feroces del juego.
El ascenso de Gauff y su papel como portavoz del juego
Coco Gauff ha sido reconocida desde hace tiempo por su madurez, a pesar de su corta edad. Desde sus conmovedores discursos sobre la injusticia racial en su adolescencia hasta su elegante manejo de las presiones de la fama mundial, se ha convertido en un modelo a seguir, tanto dentro como fuera del deporte.
Pero este momento –defender a un rival en el punto álgido de la reacción pública– puede haber sido el más importante hasta ahora.
“Coco está construyendo más que una carrera. Está construyendo un legado”, dijo Martina Navratilova en su análisis posterior al partido. “Su respuesta fue una mezcla de clase, inteligencia y liderazgo”.
Los mejores jugadores, incluidos Naomi Osaka, Iga Świątek y Ons Jabeur, publicaron mensajes de apoyo.
Osaka tuiteó:
“No derribamos reinas para fingir que somos reyes.” Coco, eres poesía en movimiento.
Incluso el ídolo de la infancia de Gauff, Serena Williams, publicó una historia poco común en su Instagram:
“Las verdaderas reinas reparan las coronas de los demás”.
Mientras tanto, los críticos de Sabalenka parecieron suavizar su postura ante el contundente mensaje de Gauff. Algunos incluso borraron sus publicaciones antiguas, reemplazándolas con disculpas y llamamientos a un discurso más respetuoso en los comentarios deportivos.
Mientras Gauff se prepara para su semifinal de Wimbledon (su carrera más larga hasta el momento en el histórico torneo), lleva en sus hombros algo más que las esperanzas de su país.
Aporta el espíritu de unidad a un deporte a menudo dividido por la rivalidad y la reputación.
Cuando se le preguntó si creía que sus palabras podrían afectar su concentración en el campo, sonrió y dijo:
Soy aún más libre. El tenis es tenis. ¿Pero la humanidad? Es para siempre.
Este momento marca más que un simple título: marca un punto de inflexión en la cultura del deporte femenino. Donde antes la crítica y la comparación eran la norma, atletas como Coco Gauff ahora están reescribiendo las reglas, demostrando que la fuerza y la compasión no son mutuamente excluyentes.
En tan solo ocho palabras, cambió la historia. Y ahora, mientras busca su primer título de Wimbledon, el mundo ya no solo la observa jugando al tenis.