El mundo del fútbol español se encuentra sumido en una controversia sin precedentes tras un incidente que ha dejado a todos boquiabiertos durante la final de la Copa del Rey 2025. Rodrigo De Paul, el talentoso mediocampista argentino del Atlético de Madrid, ha sido acusado de faltar al respeto al Rey de España, Felipe VI, en un momento que debería haber sido de celebración tras la derrota de su equipo ante el Athletic Bilbao por 2-1 el pasado 30 de mayo en el Estadio de La Cartuja, Sevilla. Lo que comenzó como un evento deportivo cargado de emoción se ha transformado en un escándalo que ha sacudido a la afición, los medios y las instituciones, generando un debate intenso sobre los límites del respeto en el deporte.

El incidente ocurrió durante la ceremonia de entrega de trofeos, cuando el Rey Felipe VI, en su papel tradicional de entregar la copa al equipo ganador, se acercó a los jugadores del Atlético para un gesto protocolar. Según testigos presentes y videos que rápidamente circularon en redes sociales, De Paul habría realizado un comentario o un gesto que muchos interpretaron como una falta de cortesía hacia el monarca. Aunque las imágenes no son del todo claras, algunos sugieren que el jugador pudo haber ignorado un saludo o haber hecho un comentario inapropiado, lo que desató una ola de reacciones inmediatas entre los presentes, incluyendo a sus propios compañeros y al cuerpo técnico.

La reacción no se hizo esperar. Los aficionados en las gradas quedaron atónitos, mientras que los medios de comunicación presentes en el estadio comenzaron a especular sobre lo sucedido. En los días siguientes, los titulares de prensa como “De Paul cruza la línea con el Rey” y “Escándalo en la Copa del Rey” dominaron las portadas, amplificando el impacto del incidente. Las redes sociales se convirtieron en un campo de batalla, con opiniones divididas: algunos defendieron a De Paul argumentando que pudo ser un malentendido, mientras que otros lo acusaron de deshonrar no solo al Rey, sino también a la institución del fútbol español.

El Atlético de Madrid, consciente de la gravedad del asunto, emitió un comunicado oficial en el que expresó su “profundo respeto” hacia la Corona y anunció que investigaría los hechos para esclarecer lo ocurrido. Sin embargo, la falta de una postura clara por parte del club ha dejado a muchos con la sensación de que intentan minimizar el incidente. Diego Simeone, el entrenador del equipo, evitó hacer comentarios directos tras el partido, limitándose a destacar el esfuerzo de sus jugadores, pero su silencio ha sido interpretado por algunos como una señal de incomodidad.

El Rey Felipe VI, por su parte, mantuvo su compostura durante el evento, pero fuentes cercanas a la Casa Real indicaron que el incidente fue tomado con seriedad, aunque no se han anunciado medidas oficiales al respecto. En España, donde la figura del monarca sigue siendo un símbolo de unidad nacional, cualquier muestra de desdén hacia él, especialmente en un contexto público como una final de copa, tiene un peso significativo. Esto ha llevado a que algunos sectores pidan sanciones adicionales para De Paul, más allá de las posibles reprimendas internas del club.

La carrera de De Paul, que incluye su destacada actuación en la Copa América 2022 con Argentina y su aporte al Atlético en LaLiga, se ve ahora ensombrecida por este episodio. Conocido por su carácter fuerte y su entrega en el campo, el jugador no ha hecho declaraciones públicas hasta el momento, lo que ha alimentado aún más las especulaciones. Sus compañeros, como Julián Álvarez y José María Giménez, han evadido preguntas sobre el tema, prefiriendo centrarse en la preparación para el próximo Mundial de Clubes, pero la tensión dentro del vestuario es palpable.

Los aficionados del Atlético están divididos entre quienes apoyan a De Paul como un guerrero incansable y quienes consideran que su comportamiento fue un error imperdonable. “Es un gran jugador, pero esto no se puede tolerar,” escribió un hincha en Twitter, mientras otro respondió: “Fue un malentendido, dejemos que hable él.” El incidente ha puesto en jaque la imagen del club, que ahora enfrenta la presión de manejar la situación con tacto para no alienar a su base de seguidores ni dañar su reputación internacional.

A medida que pasan los días, el escándalo sigue creciendo, con expertos y comentaristas debatiendo si esto marcará un antes y un después en la carrera de De Paul. ¿Fue un acto intencional o un momento de tensión mal interpretado? Solo el tiempo y las posibles declaraciones del jugador o del club podrán aclarar lo sucedido. Por ahora, el fútbol español permanece en shock, esperando una resolución que restaure la armonía tras un gesto que chocó a todos en la gran final de la Copa del Rey.