Sabalenka causó revuelo por primera vez cuando, en pleno partido, respondió agresivamente a un aficionado que intentaba apoyarla gritando: “¡Cállate la boca!”. Este incidente desató numerosas críticas y debates sobre el temperamento y la actitud de la tenista.
Pero la polémica no terminó ahí. Tras su derrota ante Zheng Qinwen en el prestigioso Abierto de Italia, Sabalenka reavivó la polémica al acusar públicamente a la jugadora china y al árbitro de parcialidad. En una declaración que causó indignación generalizada, Sabalenka utilizó una frase ofensiva, considerada racista y despectiva: «Todos los asiáticos son tramposos».
Este comentario no solo generó una ola de condenas en redes sociales y dentro de la comunidad tenística, sino que también puso en peligro la imagen y la carrera del jugador bielorruso. Expertos y aficionados han expresado su rechazo a tales declaraciones, enfatizando que el respeto y la deportividad son valores fundamentales en cualquier competición deportiva.
El árbitro en cuestión tampoco ha recibido ningún apoyo, pero las críticas de Sabalenka han sido consideradas excesivas e infundadas, sobre todo porque las decisiones arbitrales siempre están sujetas a debate y revisión en el deporte profesional.
Diversas organizaciones y figuras del tenis han pedido a Sabalenka que emita disculpas públicas y reflexione sobre el impacto de sus palabras, que van más allá de una simple denuncia deportiva y afectan a comunidades enteras.
En un deporte donde la competencia es intensa y la presión constante, es fundamental gestionar las emociones y mantener un comportamiento respetuoso. Este episodio destaca la importancia de la ética y la responsabilidad, tanto dentro como fuera de la cancha.
Hasta el momento, Aryna Sabalenka no ha emitido ningún comunicado oficial para aclarar sus palabras ni disculparse. Mientras tanto, la polémica sigue creciendo, y el debate sobre su futuro y su actitud sigue siendo un tema candente en el tenis mundial.