El evento UFC 307 marcó un regreso explosivo al Delta Center en Salt Lake City, Utah, culminando con un impresionante final en el cuarto asalto por parte del campeón de peso semipesado, Alex Pereira. Pereira defendió con éxito su título ante el retador Khalil Rountree, poniendo fin de manera decisiva a las aspiraciones de campeonato de Rountree con una serie de golpes devastadores al cuerpo que lo dejaron incapaz de continuar.

Esta victoria representó la tercera defensa del título de Pereira en lo que va del año, consolidando su dominio en la división de peso semipesado. La noche también vio brillar al peso semipesado Ryan Spann, quien logró un nocaut en el primer asalto contra OSP, demostrando sus impresionantes habilidades en el octágono.

Ryan Spann y Joaquin Buckley, quien logró un espectacular nocaut contra Stephen Thompson, fueron galardonados con las bonificaciones de “Actuación de la Noche”. Mientras tanto, Pereira y Rountree se llevaron los honores de “Pelea de la Noche”, destacando un evento principal emocionante que mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos. A diferencia de eventos anteriores donde se otorgaban cuatro bonificaciones, en esta ocasión, Dana White y los oficiales de la UFC optaron por tres premios de $50,000.
A pesar de que varias peleas de las preliminares y de las primeras rondas terminaron en decisiones, la pelea entre Pereira y Rountree mantuvo a los fanáticos cautivados. Rountree dio una pelea encomiable, incluso derribando a Pereira en el segundo asalto. Sin embargo, el campeón mantuvo la compostura y respondió con golpes precisos que gradualmente superaron al retador.
Conforme la pelea avanzaba, Rountree comenzó a mostrar signos de agotamiento, recurriendo a golpes desesperados mientras Pereira avanzaba implacablemente. El punto de inflexión llegó en el cuarto asalto cuando un poderoso golpe al hígado envió a Rountree al suelo, finalizando el combate.
Aunque el resultado era ampliamente esperado, con los expertos favoreciendo a Pereira, el esfuerzo valiente de Rountree le ganó el respeto y la admiración de los aficionados y analistas por igual. Peleó con determinación, encarnando el espíritu de un guerrero y asegurando su lugar en los corazones de la comunidad de la UFC.