El UFC 307 estuvo marcado por varias decisiones controvertidas que dejaron a los fanáticos y luchadores sorprendidos. El presidente de UFC, Dana White, no tardó en expresar su frustración con el arbitraje y el juzgamiento en el evento, denunciando varias situaciones que, según él, afectaron negativamente los resultados de las peleas.

Uno de los principales motivos de queja de Dana White fue la pelea entre Mario Bautista y José Aldo. Durante el último asalto, Bautista mantuvo a Aldo estancado contra la jaula, evitando que la pelea avanzara de manera activa. White criticó duramente al árbitro por no intervenir en esta situación, permitiendo que Bautista consiguiera una victoria por decisión dividida.
“Siempre he pensado que los árbitros deberían ser más activos, especialmente cuando alguien está tratando de estancar la pelea”, comentó White durante la conferencia de prensa posterior al evento. “Si un luchador no está intentando ganar la pelea de manera legítima, el árbitro debe separarlos inmediatamente”.
Dana White también expresó su descontento con el sistema de juzgamiento del evento, calificándolo de “atroz”. Varias decisiones fueron recibidas con críticas, ya que tanto luchadores como medios y fanáticos parecían estar de acuerdo en que las peleas debieron haberse puntuado de manera diferente.
“Sentí que estaba en un combate de boxeo en Irlanda esta noche”, suspiró White, visiblemente molesto con la calidad del juzgamiento.
Las quejas de Dana White tras UFC 307 resaltan una vez más la necesidad de mejorar el arbitraje y el juzgamiento en las artes marciales mixtas. A medida que el deporte sigue creciendo en popularidad, White insiste en que las reglas deben aplicarse de manera justa para garantizar la integridad de las peleas y evitar situaciones como las vistas en UFC 307.